El activo más importante de la empresa son los datos de los clientes y no ponerlos en riesgo es responsabilidad de todos los departamentos y personas que forman la empresa, desde el personal de dirección o administración hasta las empresas externas que tratan datos de carácter personal. Con la realización de charlas formativas logramos que todo el personal conozca los riesgos que implica el desempeño de su puesto de trabajo y lo que puede suponer para la continuidad del negocio.

Por otra parte, hay que disponer de las herramientas necesarias para lograr unos niveles de protección de la información acorde al tipo de datos que tratamos. La protección de los puestos de trabajo, la protección de las instalaciones, protección de la red corporativa y los accesos a internet, la protección del canal de comunicación con el cliente, la protección de los servidores de correo electrónico y, por supuesto, la protección de las copias de seguridad.